Un museo de pintura en el Monasterio de Sant Feliu de Guíxols

Leve Projects Un museo de pintura en el Monasterio de Sant Feliu de Guíxols

El proyecto aborda la reforma y ampliación del Monasterio de Sant Feliu de Guíxols para ubicar la futura sede de la Colección de Pintura Catalana Carmen Thyssen-Bornemisza. El Monasterio es un espacio de referencia bien comunicado y dotado de servicios de proximidad, idóneo para ubicar una Pinacoteca y completar un gran complejo cultural. El futuro Museo Thyssen ocupará una parte del Monasterio y se ha de proyectar como parte de un sistema.

 

Se adopta la decisión estratégica de asociar el Museo a la planta baja del cenobio, ubicación que ofrece representatividad, comodidad de funcionamiento, claridad de recorridos para el visitante y facilidad y seguridad en la instalación de los montajes expositivos y las obras de arte. Es en este nivel donde se dan las condiciones para hacer crecer el Monasterio con una propuesta museográfica agrupada y coherente, inscribiendo una sala diáfana de gran dimensión que permitirá desplegar formatos expositivos dinámicos y versátiles.

 

 

La nueva construcción reconoce el ámbito natural del claustro inacabado como figura urbana a recuperar. La solución tipológica adoptada, de formato claustral, enfatiza la relación del nuevo espacio con la estructura del viejo, definiendo un recorrido alrededor de un vacío convertido en pabellón de pinturas. La condición incompleta del edificio actual confiere al patio un carácter amurallado, casi cuartelario, que lo convierte en un espacio residual utilizado solo como aparcamiento.

 

 

La configuración topográfica del ámbito de este patio posterior, deprimido respecto al nivel de los jardines vecinos, permite concebir la nueva construcción como un edificio semi enterrado, una construcción de presencia discreta que tiene por cubierta la extensión natural de los jardines vecinos abiertos a la colina de Monticalvari, con los que conecta visualmente. La construcción propuesta permite escalar la fachada existente, desproporcionada, trasladando el patio de la planta baja al nivel de la planta primera.

 

 

Esta ubicación permite adecuar la Torre Sur como núcleo de comunicación vertical dinamizador de todo el edificio. El nuevo núcleo, dotado de una escalera y de un montacuadros, podrá ser utilizado indistintamente por el público como en el Museo Thyssen de Madrid. Desde este lugar, el visitante podrá iniciar el recorrido por el edificio con independencia de su destino y dirigirse a los espacios expositivos del Museo Thyssen, visitar las Torres y otras dependencias del Monasterio, o acceder directamente al Huerto del Abad sin interferencias de recorrido ni tarifarias.

 

 

El nuevo vestíbulo también es accesible desde el exterior por la placita de la calle de Horta. Además de servir de patio de maniobras del Museo, podrá ser utilizada como salida para eventos programados, facilitando un modelo de gestión de visitas o actos paralelos flexibles y una nueva concepción de la gestión de los actos privados alejada del flujo continuo de visitantes.

 

 

La transformación del Monasterio para acoger el futuro Museo Thyssen va acompañada de una adecuación del ámbito exterior de relación urbana con la ciudad y del espacio público de su alrededor. Se amplía la zona considerada complejo monumental con vocación de urbanizar e integrar el entorno en una idea que apueste por la unidad de tratamiento frente a la disgregación y la yuxtaposición de formatos.

 

 

La intervención, que opera fundamentalmente en la zona de conexiones perimetrales del Monasterio, se amplifica incorporando un recorrido por detrás del ábside de la Iglesia de Santa Maria y definiendo la extensión del ámbito de plaza del Monasterio hasta el Teatro-Auditorio. Las dos intervenciones se unen formalmente a partir del dibujo de un despiece de gran escala que prefigura una centralidad radial del conjunto monumental y liga los diferentes extremos del espacio público, articulándolos en un concepto único.

Palabras Relacionadas: ,