Entrevista a Francesc Pla y Daniel Cid sobre el proyecto Hoteless

Leve Projects HoteLess. Assaig d’una nova tipologia

¿Quiénes sois? ¿Me contáis brevemente algo de vuestro pasado para contextualizar la historia?

 

Somos un equipo combinado que se aproxima al proyecto tanto desde la arquitectura como desde las llamadas ciencias sociales.

 

En mi caso –Francesc Pla– asisto a esta aventura como arquitecto y como docente. Con Daniel hemos visto crecer muchos proyectos pensados des de esta combinatoria y nos interesa mucho, como método, pero sobre todo por los resultados tangibles.

 

En mi caso –Daniel Cid– los últimos 16 años he estado trabajando muy intensamente en Elisava –desde el año 1999 hasta mayo de 2015– con responsabilidades de dirección académica y de investigación, y a la vez he estado compartiendo la asignatura sobre hábitat con Francesc. Precisamente esta vinculación tan estrecha con la educación universitaria me ha llevado a defender que las escuelas de diseño y arquitectura tienen que ser espacios críticos de reflexión tanto como de acción sobre el mundo en el cual habitamos, para mejorarlo. Hoteless nace precisamente con este espíritu.

 

¿Cómo surge un proyecto como Hoteless? ¿En qué momento pasa de ser una preocupación en vuestra cabeza a una propuesta palpable?

 

Durante los últimos tres años en los que Francesc y yo hemos compartido la asignatura de hábitat en Elisava hemos propuesto trabajar a los estudiantes sobre el tema del sinhogarismo y en colaboración con Arrels Fundació. Trabajar así, con clientes reales, supone generar situaciones reales de aprendizaje. Pero sobretodo adoptar estos temas, traer el conocimiento del sinhogarismo de Arrels a las aulas donde se habla de vivienda, ha supuesto entender el hábitat como el inicio y condición de toda actividad. Piensa que para los sintecho la casa es la calle, despliegan su intimidad hasta invisibilizarse en el espacio público.

 

Pensar una casa para estas personas representa colocarse en la cota cero y comenzar a hablar de lo más esencial. Las casas donde trabajamos están muy aireadas y precisamente por ello lo doméstico no se encalla en los muebles o la decoración sino en lo que hace que una vivienda sea vivienda. Fruto de esta colaboración entre escuela y activistas sociales han surgido propuestas muy interesantes, y concretamente una de ellas, Piso Cero, en noviembre será una realidad. Se trata de un piso piloto para Arrels diseñado por parte de un equipo de profesores y estudiantes de Elisava en el barrio del Raval, con el fin de usarlo para proporcionar a la gente sin techo, uno bajo el que dormir por la noche.

 

¿En qué consiste exactamente, y desde un punto de vista práctico, Hoteless? ¿En qué fase se encuentra la idea y qué visos tiene de comenzar a implementarse de manera real, más allá de la propia experimentación?

 

Después de esta experiencia Arrels Fundació vuelve a confiar en nosotros y nos lanza el reto de dar forma a un nuevo servicio de hotel que tenga en cuenta el problema de los sintecho. Se trata de unos primeros pasos para empezar a prefigurar futuros escenarios en la ciudad de Barcelona que tengan en cuenta la opinión de los que se han quedado sin techo. Por este motivo lo proponemos como ejercicio a los estudiantes que participan en eme3, un festival con vocación de repensar la arquitectura a partir de las personas.

 

 

¿Me podéis concretar un poco en qué consiste esa «operación combinada” entre turismo y «sinhogarismo”?

 

La habitación de hotel es una casa temporal para turistas y visitantes a la cual se le ha eliminado la sala de estar o la cocina, de repente ofrece la posibilidad de pasar unos días liberados de tener que compartir o recibir. Algunas personas no tienen otra opción que vivir en habitaciones de hotel baratas, pero la peor parte se la llevan aquellos que no tienen elección. La idea es combinar las necesidades de los primeros con los últimos. Dar la oportunidad a uno de los muchos visitantes de Barcelona para que puedan contratar una habitación en un hotel en la que en sus términos y condiciones esté también contribuir al sinhogarismo.

 

¿Cómo? Este es el reto lanzado a los estudiantes. No queremos que sea sólo una mera aportación económica, también esperamos que se genere un reconocimiento mutuo entre implicados. Turista y ciudadano sin techo, por motivos muy distintos, se pasan el día en la calle evitándose. ¿Por qué no generar un punto de encuentro y que precisamente éste sea la habitación? Un debate doméstico que contribuya a repensar el modelo de ciudad que queremos. En Barcelona se suele criminalizar al turista pero el verdadero problema es la depredación sin control del espacio público por parte del negocio del turismo. Que este negocio imprescindible para la economía de la ciudad se vuelva a favor de la ciudad implica también que la haga socialmente más sostenible.

 

 

¿Qué condiciones han de darse para que el proyecto se active? ¿Veis que el escenario es más propicio con una nueva corporación municipal en Barcelona que, en principio, en mucho más sensible al tema de la vivienda?

 

¡Hay casi 3000 personas viviendo en las calles de nuestra ciudad! Esto debería estar en la agenda de cualquiera de los que están implicados con el gobierno de esta ciudad. De todos modos, tú lo has dicho, la actual alcaldía surge de un movimiento social que reivindica la vivienda digna como un derecho y no un bien de consumo.

 

Decís que Hoteless propone una normalización de la inclusión de las personas sin hogar y una aceptación que esto no es algo meramente asistencial. ¿No creéis que el mayor obstáculo está en que la sociedad concibe este problema mucho más a partir de la caridad que de la justicia social? ¿No se complica la cosa al obligarnos a enfrentarnos a muchos de los valores más miserables que tiene nuestra sociedad tal y como se plantea?

 

Aquí, quienes nos dan la lección son los de Arrels. Su manera de trabajar consiste en estar junto a las personas sin hogar, respetando sus ritmos, sin imponer, fomentando su participación y toma de decisiones en su proceso de mejora. En Arrels tanto aportan los técnicos como los voluntarios o las personas sin hogar. De hecho, en el propio equipo directivo de Arrels hay personas que han vivido en la calle.