Transformación de “El Monumento a los Caidos” y su entorno

DE–ESPACIO

De–espacio es una propuesta que parte de la desaparición de “Los Caídos” como eje conductor del proceso de redefinición de este entorno urbano monumental. La transformación asentará una nueva imagen y significación para un lugar tan central de Pamplona, articulación entre la ciudad histórica y los nuevos desarrollos al sur. Se propone el desmontaje selectivo del monumento, mausoleo y porches laterales, y su sustitución progresiva por un gran parque arbolado, alameda que califica el valor simbólico del espacio público ganado para la ciudad. Es una propuesta que trata del espacio como valor urbano fundamental y de los métodos lentos, despacio, para su evolución hacia nuevos escenarios. En esta primera fase del concurso se trata de establecer pautas de apoyo para el proceso de transformación del espacio urbano, pautas que deberán someterse a la participación ciudadana prevista entre las dos fases. Se proponen tres grupos de acciones – desmontar, plantar, pavimentar –, simultáneas en el tiempo, para conducir la evolución del conjunto.

Desmontaje

Desmontar el monumento de manera selectiva, en un proceso extendido en el tiempo, para reutilizar el material en el mismo lugar, el Parque de la Libertad.

Se plantea un conjunto de actuaciones complementarias entre sí:

Levantamiento preciso del monumento contrastado con los documentos, planos y fotos, del momento de su construcción.

Catalogación de todos los elementos para determinar su posible reutilización en el mismo espacio, su destino a museos o su traslado a vertedero.

Análisis de soluciones constructivas, catas, pruebas de carga y métodos de desmontaje adaptados a la realidad del monumento.

Determinación de las primeras etapas de desmontaje para disponer rápidamente de espacio de maniobra, almacén y trabajo.

Desmontaje de las distintas partes del monumento en secuencias verticales, desde lo más alto hasta liberar el suelo.

Mantenimiento de los muros de la cripta, protegidos con membranas y estructuras, para su relleno con materiales granulares de la obra.

Clasificación-inventario de elementos constructivos y procesos de limpieza-adaptación para su reutilización en el propio espacio.

El desmontaje selectivo que se plantea puede vincularse, durante su duración espaciada en el tiempo, a talleres de arqueología i construcción, como oportunidad de prácticas y experimentación de formaciones de grado medio y universitarias.

Plantación

Ganar, en la medida que se van desocupando, espacios para plantar árboles que conformaran la gran alameda, fundiendo la nueva masa vegetal con el espléndido patrimonio arbóreo existente en la plaza de la Libertad y en el parque. Populus, acer, cupressus, cedrus, laurus, platanus y otras especies conformaran un techo vegetal esencialmente caducifolio pautado por las lógicas de plantación de las distintas partes, alineaciones rectas y en exedra existentes, mallas y estructuras nucleares propuestas. La selección de especies se hará en base a su potencial de crecimiento y a la capacidad de utilizar el lugar como un vivero de adaptación. También a la real capacidad del subsuelo, con sus vestigios subterráneos, de permitir su pleno y armonioso desarrollo. Los viveros se podrán vincular a centros de formación de jardinería y a centros de educación infantil para hacer visibles los valores pedagógicos del incremento de verde en las ciudades.

Plantación y sutil manipulación topográfica contribuyen a delimitar áreas de estancia, a reforzar itinerarios, a organizar los recintos de obra, a estructurar el transporte público, a borrar las trazas y las formas retóricas del monumento y de la vialidad desmesurada inadaptadas al futuro parque. Desde el primer paso del desmontaje se iniciaran las operaciones de plantación, reforzando la dimensión evolutiva de la operación, intrínseca al propio devenir del arbolado en crecimiento. Los nuevos árboles suavizan el impacto del espacio de obra, en construcción, y ayudan a anticipar las nuevas morfologías del parque.

Pavimentación

Reutilizar el material pétreo resultante del desmontaje selectivo en el propio lugar, para pavimentar, resolver límites y pequeños desniveles y crear elementos de mobiliario urbano que coadyuven a dar forma a los distintos espacios, enclaves y recorridos, construyendo paso a paso ejes y estructura de parque abierto.

Las piedras, aplacados y sillares reutilizados se trataran en la misma obra, evaluando su potencial geométrico para conformar superficies continuas transitables, poniendo de relieve la calidad de sus caras vistas y las rugosidades de aquellas ocultas, ajustando las aristas y cantos de cada pieza, encajando cada elemento en el conjunto abigarrado y heterogéneo de superficies continuas y de pequeños relieves que lo califican.

El resultado de este proceso de adaptación-reciclaje tendrá una fuerte componente táctil que incide directamente en la valorización de nuevas visuales y en la imagen material del conjunto, fuertemente tectónica, para superar la retórica actual cargada de simbolismos negativos, antiurbanos, y establecer un espacio amable y acogedor, de tránsito y estancia.

Las gravas resultantes de la demolición de las partes de hormigón y de obra de fábrica se utilizaran in situ para el relleno de los espacios subterráneos y para modelar pequeñas inflexiones topográficas en todo el conjunto.

Participación

Desde la mera contemplación del proceso de transformación hasta la participación activa, incluso militante, el papel de la población, individualmente o de forma organizada a través de asociaciones sociales y culturales, es fundamental para orientar las directrices y para precisar soluciones de diseño del futuro parque, con especial atención a los contenidos de programa. Incrementar el uso social de los espacios públicos del entorno de estudio debe ser una prioridad de la operación.

La transformación de Los Caídos debe responder a un proceso de reflexión urbana y simbólica que implicará un recorrido de muchas etapas e intervenciones. De la riqueza de este proceso, sin perder el sentido del proyecto, depende el éxito de la operación. La ciudad se construye con ideas colectivas. Para ello hay que formular las preguntas correctas, generando nuevas miradas y condiciones de evolución de estas ideas. La tarea del profesional es plantear una conversación, y conducirla para que sea de calidad. De esta manera se evitan confrontaciones y se genera comunidad, con el proyecto de transformación en evolución como eje conductor del debate colectivo.

Se pueden anticipar, como recursos metodológicos, la celebración de talleres temáticos in situ, la organización de debates con aportaciones externas que interpelen el proceso en curso, la práctica social del espacio en cada etapa de su transformación, implicando colectivos diversos en lógicas temporales, organizadas o informales, todo ello sobre la base de información actualizada y transparente del estado de evolución.

Escenario

El conjunto del espacio de la plaza-parque se toma como un gran escenario de actuación durante todo el proceso de transformación, a la vista de todo el mundo. Ámbitos parciales de desmontaje, viveros de aclimatación, almacenes de material, tratamiento de sillares y losas, plantaciones, construcción de pavimentos, tratamiento de gravas, conviven conformando un gran caleidoscopio, mosaico cambiante y circulable, hasta tomar su forma definitiva al final del proceso. Estos recintos de destino variado y variable, además de ser aptos para cada una de las acciones programadas, deben ser acotados de medida para, desde el primer momento, facilitar una utilización permeable de todo el espacio, coherente con su evolución, hasta el estadio último, acabado. La transparencia, visibilidad, capacidad de circulación a través de los ámbitos cerrados, en cada fase del proyecto, es fundamental para permitir la participación activa de la gente y su apropiación como actores de las sucesivas decisiones que deberán ser tomadas a lo largo de los años. En este sentido, las pautas geométricas de los recintos, sus dimensiones, relaciones de distancia y contigüidad, la calidad de los límites de protección, esencialmente transparentes, la señalización cambiante de las actividades que en ellos se desarrollan, son activos de garantía del conocimiento y participación de todos los colectivos implicados en la transformación del espacio.

Imagen y ciudad

El monumento Los Caídos, y su entorno, cierra el tejido central de Pamplona como un tapón urbano impermeable que niega la continuidad de la ciudad hacia los nuevos crecimientos del sur. Este punto ha sido históricamente tratado en sucesivos planes como límite del casco urbano. Hay que reconocer que en el momento de su construcción el monumento tuvo una corta etapa, antes de la construcción de las viviendas de la plaza y de la iglesia, de balcón sobre el paisaje abierto, que se aprecia en las fotos históricas, de un cierto interés urbano. Nada que ver con la situación actual, de cierre de la continuidad, dónde la dominancia de su pretendido valor compositivo y simbólico compromete el potencial urbano del nodo de articulación hacia el sur. La retórica formal, axialidad, lenguaje clásico, cúpula, está al servicio de este cierre de la ciudad i difícilmente podrá evolucionar hacia soluciones que abran el espacio, funcional y simbólicamente. Las opciones de resignificación, manteniendo el mausoleo, con o sin cúpula, encerrándolo en un recinto inaccesible, reutilizándolo como centro cultural, no van a cerrar el debate sobre su permanencia porque el peso negativo de su presencia urbana es demasiado fuerte. Algunas de las propuestas apuntadas en marzo 2018 parecen el primer paso de un proceso colectivo para llegar a la conclusión, a la larga, de la necesidad de su demolición.

Hay que entender la necesidad de intervención, sustituyendo la imagen actual, como una evolución radical del espacio para que adquiera nuevos significados. Por ello se propone partir desde el principio de la premisa de la desaparición del monumento para concentrar toda la fuerza en establecer un método que haga compatible la acción de desconstrucción con la reflexión sobre la nueva imagen urbana, espacio público libre y verde, relativamente fácil de anticipar en los próximos años, y, más difícil, la construcción de nuevos y más complejos contenidos simbólicos abiertos a otros episodios de la historia urbana de Pamplona. De este modo, el ámbito del parque de la Libertad toma el sentido de puerta de la ciudad histórica, de entrada y salida, y la plaza del Castillo, en el otro extremo de Carlos III, recupera su papel de referencia de toda la ciudad, no sólo del núcleo más histórico del casco viejo y del ensanche, abriéndose hacia los crecimientos del sur a través de un sistema urbano complejo.

La propuesta para esta primera fase del concurso es esencialmente metodológica. Se trata de establecer la dinámica de un relato compartido para aceptar colectivamente el mal que el mausoleo, más allá de su significado, provoca en la ciudad. La mala calidad urbana, arquitectónica y constructiva del edificio, la inadaptación tipológica, y su dificultad de adaptación, para ningún uso acorde con las necesidades actuales, los costes desmesurados de transformación y mantenimiento que tales opciones significarían, el riesgo de quedarse en un eterno debate inconcluso que acelere la degradación del entorno urbano. Por todo ello, la propuesta De – espacio establece las pautas espaciales para un proceso de debate extendido en el tiempo pero simultaneo con la acción sobre el lugar que podría empezar simbólicamente en las próximas semanas con la plantación de algún árbol y el inicio de los trabajos de levantamiento del conjunto. La gestión del tiempo es el factor fundamental para avanzar en la construcción de consensos y acuerdos ejecutivos. Juntar a la gente por grupos afines, temáticos, discordantes, especializados, heterogéneos, informales. Preparar actividades en el lugar, deportivas, culturales, sociales, temporales y permanentes, implicando para su gestión, a entidades del entorno urbano próximo. Plantar árboles, celebrar barbacoas, jugar en equipo, hacer ejercicio, seleccionar piedras, dibujar restos, representar acciones, compartir música, cantar y bailar, y tantas otras acciones cotidianas ayudaran a ampliar la base de interlocutores y a generar los consensos necesarios para la decisión colectiva de las actuaciones a emprender. Este es el sentido de nuestra propuesta en el momento fundacional del proceso de transformación.

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Fecha de Inicio enero 2019
Fecha Final -
Título Transformación de “El Monumento a los Caidos” y su entorno
Misión Proyecto y Dirección de Obras (concurso no ganado)
Tipologia Museografia
Emplazamiento Plaza Conde de Rodezno. Pamplona
Superficie 4500 m2
Promotor Ayuntamiento de Pamplona
Presupuesto -
Autores Eva Serrats, Francesc Pla y Oriol Clos
Colaboradoes Raúl Goñi (diseño de comunicación), Aleix Gómez (arquitecto)